Ya sé que han pasado bastantes días desde mi último post, pero estoy muy atareada con el final de curso en 2º de Bachillerato y no he tenido ocasión de contaros mi viaje a Mérida esta Semana Santa. Ha sido magnífico. Si todavía no habéis visitado Roma, Mérida es un anticipo espectacular. El estado de conservación de las ruinas es admirable y por toda la ciudad se respira ese aire mágico que sólo entendemos quienes amamos el Mundo Clásico de verdad.
Veamos algo de su historia.
La ciudad fue fundada en el año 25 a. C. por orden del emperador Octavio Augusto y recibió el nombre de Colonia Iulia Augusta Emerita. La palabra emeritus significa en latín "retirado" y hace referencia a los soldados que se licenciaban con honor. Se supone que estos soldados habitaron un poblado prerromano o romano ya existente. En todo caso, debieron mezclarse con la población autóctona.
Mérida fue capital de la provincia romana de Lusitania. El gran esplendor vivido nos lo muestra la presencia de sus magníficos edificios: el teatro, el anfiteatro, el circo, los templos, los puentes y acueductos.
Durante siglos y hasta la caída del Imperio Romano de Occidente fue un importantísimo centro jurídico, económico, militar, cultural y una de las poblaciones más florecientes en época romana.
Aunque tarde, quiero compartir con vosotros algunas fotos, que son parte de unos días fantásticos y lluviosos. No dejad de visitar esta ciudad , que es todo un museo viviente, eterna y desafiante al tiempo.
Museo arqueológico
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